6.6.14

"Maléfica"; ruinas de algo poderoso


Algo está pasando en Disney. 
Cuando una superproducción de 200 millones protagonizada por Angelina Jolie da la sensación de ser ruinas de otra cosa... gato encerrado.
'Maléfica' tiene tantos errores argumentales, de concepto y de efectos que cuesta creer que alguien le haya dado luz verde. 
Más allá de su coherencia con el cuento original (atroz), está atrapada entre el mismo, lo que el público espera de ella y lo que el estudio quiere que sea. Así se explica la cantidad de cambios de tono y escenas subdesarrolladas, cuya única función es la de acompañar el 'merchandising' que seguro inundará las tiendas.

Ahora resulta que Maléfica era un hada que hacía el bien y cuidaba del reino mágico, ok, aceptemos barco, pero ¿por qué lleva cuernos y alas con garras? ¿por qué es la única de su clase? 
Una de las múltiples incoherencias de ese mundo mágico cuyas criaturas y normas parecen de lo más aleatorio, aparte de rara vez servir de apoyo más allá de una serie de batallas megaespectaculares como peaje. ¿Nadie del reino se preocupó cuándo su guardiana cayó en desgracia, lo aceptaron sin más?


Aunque no extraña viendo que se han pasado por el forro algo bastante obvio: Maléfica es la Emperatriz del Mal, puro poder, puro hijoputismo. ¿Por qué parece la única del relato que cuida más allá de sus propios intereses? 
Un intento bastante patético de no contar desde el punto de vista de una villana la historia, y si hacerla una canguro malrollera. (Muy bien, Disney, cargándote tus propiedades con pésimo gusto y cuidado)
El resto de personajes, a su lado, son no-entidades, dedicándose a ser lo más planos y simples posibles. 
Bastante habrá tenido Elle Fanning con no preguntarse si Aurora es muy corta, pero Shartlo Copley se lleva la peor parte: un villano absurdamente motivado y sin explicación, que se pasea por el metraje poniendo mirada torcida y muecas de loco, para justificar que es malo y re-malo de cara a dejar a Maléfica como una verdadera santa.


'Maléfica' es el Disney más rancio y bienpensante: han domesticado a un personaje que siempre ha gozado de un aura de misterio genial, lo han recubierto con un forzadísimo alegato del "amor verdadero" (paso atrás de gigante respecto a 'Frozen') y no han cuidado de que ni siquiera se guarde un poco de coherencia. 
El bautismo de Aurora como ejemplo definitivo: una escena tan desconectada del resto, solo por calcar el original animado, que parece impuesta a la fuerza.
Hay vestigios de algo grande: no solo por el personaje principal, sino porque la caída en desgracia de Maléfica refleja en cierto modo la de Lucifer en 'El Paraíso Perdido', de John Milton. 
Otros momentos, como aquel en que Stefan y Maléfica expresan dolorosamente que "el amor verdadero no existe" guardan algo de esa esencia, de lo que podría haber sido esta historia potenciando al máximo sus recovecos oscuros. 
En vez de eso, tenemos una víctima amordazada, totalmente estampada de un tono familiar e inofensivo, que permita vender muchos juguetes. La confirmación definitiva de que lo que cuenta no es, de hecho, contar, sino aparentar.


Verdadera lástima, tanto por la oportunidad desperdiciada como por todo lo que va a implicar: que Disney puede poner en pantalla un trabajo vergonzoso a nivel de montaje, efectos especiales e historia y aun así sacar tajada. 
La ironía es que han reinventado su propio método de trabajo: antes, Disney se contentaba con rebajar lo tenebroso en los cuentos (y aun así no lo eliminaba del todo). Ahora, los infantiliza y atonta para las nuevas generaciones, y las viejas, que compran rápido con una cara famosa, nostalgia rancia y muchas batallas alucinantes.

Estoy esperando a Cruella DeVil en la Protectora de Animales diciendo que ella solo quería proteger a los dálmatas.

Nota: 2 / 10

Etiquetas: , , , , , , , , , ,