29.9.11

La piel que habito

Normalmente no soy muy partidaria de las películas de Almodóvar, ya que pocas me acaban convenciendo, pero ''La piel que habito'' ha sido una grata excepción.

Por encima de todo destaco la música y el mensaje que se transmite.
La música juega con cada escena un papel importante, cubriendo espacios en los que no hay diálogo, ya que sobraría, porque esa música hace el papel adecuado en cada momento. Consigue transmitir cada punto de vista, cada emoción y cada sentimiento que Almodóvar quiere plasmar.

Por otro lado, el mensaje que transmite, para mi modo de ver, está bastante claro. Recalca por un lado, el abuso hacia las mujeres, y por el otro, el tema de la transexualidad; transmite de manera clara y directa esos dos temas, proporcionando a la vez ese misterio y esas dudas que hacen que te crees tus propias expectativas y que estés atento y expectante hasta el final de la película.

La manera de resolver la trama principal es chocante y alucinante, ya que no te lo esperas para nada, y esa es una de las cosas que me han sorprendido para bien, además de la buenísima interpretación de Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes y Blanca Suárez, con un papel más pequeño, pero no menos importante.

En definitiva es una película que impacta, transmite y emociona.

3 Comentarios:

Blogger Dúbida ha comentado...

Vi esta película la semana pasada.
Yo tampoco me considero "fan" de Almodóvar, cuando saca una nueva película no siento la
necesidad de acudir a verla "ya" (como sí me ocurre con Woody Allen, por ejemplo), pero
sí siento la curiosidad de tener que verla (tarde o temprano). Principalmente porque
Almodóvar es un referente (para mal o para bien) del cine español, y nosotros, como
proyecto de realizadores (al menos desde la perspectiva de esta asignatura) debemos
conocer qué se hace, qué se está haciendo, aquí.

Volviendo a La piel que habito, a mí no me resultó una "grata" sorpresa (ni excepción),
ya que antes que con esta película me quedo con Qué he hecho yo para merecer esto ó
Hable con ella, del mismo director, pero sí tengo que reconocer que la película me
resultó muy entretenida, me mantuvo atenta durante 2 horas a la pantalla, pero no me dejó
la sensación de querer verla de nuevo (al menos no próximamente). Al haber visto sólo una
vez la película no pude (no quise?) fijarme en los aspecto más técnicos del film, puesto
que más de una persona me recomendó que para un primer visionado lo mejor es disfrutar, y
es a partir de los siguientes donde ya puedes, si quieres, poner el "ojo de realizador".
No obstante, sí hubo detalles que me llamaron la atención, como el uso de unos planos muy
picados que me pareció que enfatizaban el poder de él (Antonio Banderas), y daban más
carácter a lo que se pretendía transmitir, y movimientos de cámara muy suaves y
acompasados que, unidos a las escenas más "frankenstein" de la película, resultaban
hipnóticos.
Por otro lado, la música me parece adecuada, correcta, pero no me llamó la atención (esto
puede ser bueno o malo ;) ).
Y finalmente sí querría destacar el modo de contar la historia, ya que eso es lo que más
me gustó de todo, y supongo que responde a las decisiones del director, pues el modo en
que elige cuando (y como) contarnos una cosa u otra me parece que está perfectamente
situado en la película, ha conseguido que mi mente cambie de idea varias veces durante la
proyección sin preguntar: pero por qué!...

Y por cierto, discrepo totalmente de eso de que la interpretación de Antonio Banderas "es
buenísima"
, no sé si será culpa suya o de quien lo dirigió, pero me hizo morderme los
labios en más de una ocasión... no estuvo muy espléndido, no...

En conclusión, pues estoy de acuerdo con la frase final del comentario de Marinita, y me
gustó la película, pero si mi cuerpo no pide volver a verla ni salí apasionada del cine
creo que es porque lo que no consiguió Almodóvar esta vez fue cautivarme.

19:35  
Blogger Anitinita ha comentado...

(Este comentario está dividido en 2 partes debido a su extensión)

Ante todo, me resulta sorprendente cómo os fijáis a la primera en planos expresivos y detalles (todos significativos), cuando a mí me cuesta fijar mi atención en "desvestir" la historia que me están contando,con lo que necesito un segundo visionado.
Así que mi crítica quizá puede que sea desde un punto de vista "vulgar" y no tanto desde una mirada crítica audiovisual.

En cuanto al sentido del film, desde mi punto de vista, con un segundo visionado puede que consiga verlo, porque ese primer visionado me dejó bastante vacía. No me aportó nada en especial, y, en mi opinión, no transmitir es lo peor que le puede ocurrir a cualquier historia (ya sea audiovisual o no).
Puede que la intención de Almodóvar fuera pincelar el abuso a la mujer en este mundo de hombres, pero a mí me resulta poco explicita (lo que no quiere decir sutil), sino que deja sin remachar la historia, no cierra el sentido que quizá pretendía dar, que en mi opinión es la vulnerabilidad del género femenino (y los más débiles en general) ante los designios de figuras masculinas que deciden sobre nuestro destino (y sobre nuestras pieles, para más inri).

Quizá, también con ese segundo visionado, pueda entender la interpretación de los personajes por parte de los actores del reparto:

En primer lugar, Vera y su conflicto interior.
A la víctima, (tanto Jan Cornet como Elena Anaya por separado), me la creo bastante como personaje (generándome incluso empatía, más en su forma masculina que femenina), pero en mi opinión se estanca tras una larga evolución interesante (tras la cual el personaje ya parece habituado a todo).
Y con “habituado” me refiero a que ya no muestra demasiada sed de venganza, ni demasiada ira, ni un gran trastorno post-traumático ante un acontecimiento tan exasperante como estar encerrado en otro cuerpo, por ser en lo que se había convertido.
Se convierte en un personaje pasivo (que no agresivo), cuya única justificación de pacifismo y docilidad es el yoga (lo que en mi opinión no es justificable, pues no se muestra tanto poder mental, no hay esa clase de anticipaciones, ni siquiera se muestra que esté sufriendo tanto con su nuevo cuerpo) y que no da atisbos de que pueda realizar el acontecimiento sangriento que al final, inesperadamente lleva a cabo.
Lo que en mi opinión, no es coherente. No había tantos atisbos de odio hacia ellos, (lo que no creo que sea justificable para decir que el personaje de Vera lleva una gran carga interior pero que no lo muestra y sólo lo saca al final).
El trabajo del espectador no es imaginarse que sufre mucho por dentro y que toda su ansia es vengarse (cosa que deja de atisbarse en el último tercio del film) aunque parezca que se siente comodísima ente los brazos de Banderas o escuchando historias de Marisa Paredes alrededor de un fuego. No había anticipaciones demasiado significativas de que ese personaje estuviera en conflicto con los otros dos.

En segundo lugar, los torturadores, cuyas intenciones no logro llegar a entender:
-una Marisa Paredes que no tiene un gran fondo ( ¿por qué a veces quiere ayudar a Vera y otras quiere que muera?, ¿sólo quiere el bien para su hijo o no sabe bien lo que quiere?);
-un Antonio Banderas que se contradice demasiado (¿se venga?, ¿tortura a largo plazo?, ¿se enamora aun creyendo, al menos porque en el guion nadie nos ha especificado que sepa que Vicente no la violó, que ese otro personaje es el que provoca la desaparición de lo único que quedaba de la presencia d su difunta esposa?, ¿qué quiere conseguir con todo eso, sólo “experimentar”?).
Así que en cuanto la expresividad del personaje, estoy de acuerdo con Area, es de los “malos” más inexpresivos que se ha dado en la pantalla. No cuenta absolutamente nada. No tiene conflicto. Es vacuo e inerte.
-un "tigre" psicópata metido con calzador que no tiene un fin concreto.

22:24  
Blogger Anitinita ha comentado...

En tercer lugar, otros personajes más pequeños me resultaron bastante creíbles, sobre todo el personaje de Norma, que aunque bastante mínimo para el bombo que se le ha dado, resulta de lo más llamativo por la profundidad de éste y los matices que la actriz consigue sacar.


Dejando a un lado la dirección de actores y la elección del reparto, he de decir que la música me resultó muy expresiva (y de lo más pegadiza), y era casi como un personaje más, que con su ritmo y vitalidad nos mostraba el camino.

Y como último apunte, debo expresar algo con lo que estoy totalmente en desacuerdo: la elección de los rótulos. Desentonaban demasiado con el estilo visual del film. Eran bastante desagradables visualmente y sacaban de situación.

En resumen, es quizá por todo esto y más, que “La piel que habito” que me dejó con la sensación de ser un film por y para su director, el “cómo sería la vida de un transexual que no quiere serlo, de un hombre, que de repente es mujer pero que se siente hombre. Habitar en una celda hecha de piel.”
Una especie de oscuro deseo de Almodóvar, de contar la misma historia de sus otros personajes transexuales pero desde otro punto de vista, casi como si hubiera querido hacer la película que a él le hubiera gustado ver (lo que no tiene nada de malo, pero que en mi opinión si te diriges a un público más amplio que tus propios gustos, quizá deberías darles más, dar detalles, añadir sutilezas, darle sentido a tu fantasía, y no dejar cosas en el aire. Porque esto del cine es un ejercicio recíproco.)

Pd: y aunque todo esto pueda parecer negativo, considero que tiene mucho mérito hacer una película con un mínimo sentido, que la gente tenga curiosidad por verla, llevar ahí más de 30 años haciendo cine, marcando estilo, provocándonos conmoviéndonos, entristeciéndonos, enfureciéndonos, dejándonos atónitos, haciéndonos reír, llorar, etc., etc.
Ojalá haga más películas para que podamos seguir analizándolas y "destripándolas".

22:25  

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