Adaptación cinematográfica del manga de Hiroshi Sakurazaka, “All you need is kill”, del que no hay
mucho, es a priori una película entretenida, de acción, fluida, fácil de
entender, que engancha, muy acorde al
estilo de su protagonista masculino, Tom Cruise, quién no se cansa de mostrar
su excelente condición física y su pasión por los deportes de riesgo. Y así
podemos verle correr, saltar, luchar, arrastrarse, disparar y hasta tirarse (o
caer) de un avión. Y esto una y otra vez, para deleite de sus fans, así como
verle morir otras tantas veces, para deleite de sus detractores.
Película de ficción, y más bien poca ciencia,
nos sitúa en una invasión alienígena contra una especie de inteligencia
superior de la que no sabemos prácticamente nada. Este punto de partida nos da
la escusa perfecta para lograr que nuestro protagonista se vea envuelto en una
situación de otro modo imposible, iniciar en el mismo día cada vez que muere. Y
muere muy a menudo. Y es que el Teniente Coronell Bill Cage (Tom Cruise) no es
ni mucho menos un soldado valiente, entregado o patriótico. Sus habilidades se
centran en la comunicación y el control de información vendiendo al pueblo
aquellas ideas afines a los intereses de los mandatarios. Por un giro del
destino se ve degradado y en primera línea de batalla en lo que sin duda nos
recordará al Desembarco de Normandía (tampoco es que derrocharan mucha
imaginación en los escenarios) y por caprichos del hado además logra matar a un
Alpha antes de morir otorgándole el don de la resurrección al inicio de ese
día.

Por supuesto no podría faltarnos, cuando de
Tom Cruise se trata, la protagonista femenina (Emily Blunt) para el drama, de
la que nuestro héroe va enamorándose a lo largo del día, si bien mil veces
vivido, y motivo de un profundo cambio en él. Ella por supuesto, para tragedia
de nuestro salvador, no puede recordar más que la última vivencia y por tanto
no alcanza a enamorarse (que lo de amor a primera vista lo dejamos para otro
género). Al menos le cree y ayuda, pues ella habría pasado por la misma
situación en la que ahora se encuentra nuestro Teniente Coronel. Así pues,
veremos el desarrollo de un romance unilateral no correspondido aunque sí
merecido y la impotencia de que pueda darse un final feliz. Pero no os apuréis,
ya os he dicho que se trata de una película para hacer caja, y por lo tanto de
final satisfactorio para todos: cuando nuestro héroe consigue vencer al enemigo
alienígena, y tras entregar sus vidas una última vez para lograrlo, el día se reinicia por millonésima vez, si bien
en esta ocasión aparece al principio de la película (¡oh, casualidades
dichosas!) antes de verse degradado y con el enemigo misteriosamente vencido.
Pero no podemos pasar por alto la estética de
videojuego al estilo comandos que tanto furor crea entre los adeptos a las
consolas. Insisto que se trata de entretener y enganchar al espectador logrado
con una potente banda sonora y un buen montaje. Los trajes mecánicos que se acoplan
nuestros soldados les confieren fuerza, resistencia, protección, armas varias y
munición capaz de satisfacer al más friki. Habrá que tener en cuenta también,
como hubo de aprender nuestro protagonista, que se requerirá batería extra para
los trajes, así como mapas y otros recursos, y mucha práctica con los mandos y
controles, lograda a base de dedicarle horas de entrenamiento.
Y es con este aspecto con el que me gustaría
quedarme para concluir, pues debajo de toda esta estética maravillosa de
videojuego, buenos efectos especiales, romance, acción y entretenimiento (que
logra maravillosamente Doug Liman) no debemos de pasar por alto la moraleja de
la historia que hace de esta película un videojuego educativo: el que persiste,
se esfuerza, trabaja duro y no se rinde puede alcanzar todo lo que se proponga.
Y es que nuestro protagonista es al principio de la película egoísta, cobarde,
torpe y prepotente, y es cuando se ve rebajado y humillado, con el peso del
mundo sobre sus hombros, cuando a través del esfuerzo, la perseverancia y el
trabajo duro adquiere conocimientos, habilidad y destreza y se transforma finalmente en un héroe que antepone la
salvación de la especie humana a su propia vida y la de su amada. Por supuesto
en esta película no se queda sin recompensa…
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