"V de Vendetta", libertad y venganza (James McTeigue, 2005)

La película es una auténtica epopeya de fuego y pólvora. Asistimos a un auténtico recital de interpretación cuya clave es la incréible actuación de Hugo Weaving como V, que bajo una máscara, consigue inspirarnos todo tipo de sentimientos: consigue hacernos reir, sentir desconfianza...
El personaje que se hace llamar V, es un antihéroe que lucha contra la opresión del Estado y para reclamar venganza. En su odisea personal, le acompañara Evey Hammond (con V, cómo no) con la que desarrollará una íntima y peculiar relación.
La película bebe del acto de Guy Fawkes, un británico católico que el 5 de noviembre de 1605 intentó volar el Parlamento para exigir el fin de las persecuciones religiosas.
Para ser una película de Hollywood, pretende despertar conciencias y recuerda a la situación política que vive hoy en día España. La película está cargada de diálogos, que pese a ser considerablemente largos, no aburren ni cansan.
En es aspecto técnico, es una película concebida de forma brillante con escenas espectaculares y planos muy cuidados que no dejarán indiferente a nadie.
Cada plano está meticulosamente calibrado y su puesta en escena medida para transmitirnos una serie de valores. La colorimetría es de vital importancia a lo largo de todo el largometraje y la puesta en escena escena es fundamental para describir psicológicamente a los personajes y a la sociedad que los rodea
Los colores, por lo general, son oscuros. Esto, tiene el objetivo inculcar la sensación de tristeza y muerte .Pero hay dos colores que destacan sobre todos y se repiten hasta la saciedad, que son el rojo y el negro, los colores del líder Sandler, omnipresente en todo momento y cuya fuerza dominante parece abarcar todo.El rojo simboliza el poder, la violencia, la guerra y el peligro. El negro representa lo convencional y además, simboliza la tristeza y el luto. El valor metafórico es evidente.
Un par de planos que resumen perfectamente la idea de represión y de "Gran Hermano" son dos: en el primero el “represor” principal, el líder Sadler, queda perfectamente definido por su posición central y más grande que en tamaño real, en una pantalla.
En el segundo, los miembros del partido están sobreiluminados, lo que crea la sensación de que están siendo sometidos a interrogatorio permanentemente. El líder lo domina todo.

Una secuencia destacable por su verosimilitud es en la que Evey está en la cárcel, que realmente representa la “cárcel de su mente”. La gran metáfora de la película es la liberación de Evey de sus mayores temores, que se refleja en la puesta en escena, de gran verosimilitud.
Evey, sufre todo tipo de torturas. Ya su “miedo” tiene algo de luz, literalmente y metafóricamente. Eliminar ese miedo es su mayor meta y, por eso, la figura que lo representa sigue encuadrada pero esta vez algo le diferencia, una parte está iluminada. La luz representa la esperanza, la victoria frente al temor.
El miedo
cobra un valor especial marcado por los primeros planos para los rostros de
terror de ella y para el rostro sin identidad que representa sus propios miedos
que ocupa el centro exacto del plano reencuadrado por la puerta de atrás y las
luces colocadas con una exactitud premeditada.


La
liberación de Evey representará a su vez, la del colectivo de la ciudadanía. Los
ciudadanos ya no prestan atención al sistema de control del Régimen, la
televisión, y salen a la calle a despojarse también de sus miedos. Para ello,
se vuelve a recurrir al match cut
apoyado por panorámicas para intensificar la idea de que, mientras el líder
habla por la televisión, ningún ciudadano le escucha. Además de eso, los
encabalgamientos de sonido ayudan a crear esa sensación de instantaneidad.
La adaptación de los hermanos Wachowski podría haber sido una catástrofe al tratarse de una adaptación y de una crítica política, pero pese a que difiere un poco con la novela,"V de Vendetta" se convierte en una gran película capaz de combinar a la perfección sus diferentes aspectos.
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