"Prometheus", de Ridley Scott

Paisajes desolados, abandonados. Blanco y negro. Una gran nave aparece sobre la superficie. Un ser encapuchado ingiere un brebaje y comienza a descomponerse. Así es el comienzo de “Prometheus”, lo que podría ser el preludio de la historia.

Este largometraje del 2012 está dirigido y producido por Ridley Scott, cuando cuenta con setenta y cuatro años de vida. Algunas de las obras más importantes de su filmografía pueden ser “Blade Runner”, “Gladiator”, “American Gangster” o “Alien”, además de sumar otros proyectos para televisión en su carrera profesional. No conforme con dirigir “Prometheus” a su avanzada edad, ya ha comenzado a producir “The Counselor”, que se estrenará previsiblemente el próximo año y en la que actuarán, entre otros, la pareja de actores Javier Bardem y Penélope Cruz.

“Prometheus”, al igual que la mayoría de los trabajos de Scott, es una súper producción. Concretamente ha contado con un presupuesto de 130 millones de dólares, según la publicación de “The Hollywood Reporter”. Esto es algo que se puede percibir desde el primer minuto de la proyección de la cinta por el reparto elegido, los miembros del equipo técnico e incluso por el aspecto visual.

Este filme, que se puede encajar claramente dentro del género de ciencia-ficción,  trata en su trama de un conjunto de personas que viajan a bordo de una nave hacia otro planeta para llevar a cabo una expedición y así intentar encontrar respuestas sobre la creación del mundo y del ser humano. Dicha expedición está liderada por los científicos Elizabeth Shaw y Charlie Holloway. El punto de partida de estos dos personajes son unas excavaciones en las que se encuentran pinturas rupestres, que son precisamente las que indican misteriosamente la existencia de unos planetas donde podría situarse el origen del ser humano. Weyland, uno de los fundadores del proyecto, dice: “si esos seres podían crearnos, también podrían salvarnos”. Ese es el propósito principal de este personaje; hacer que el creador evite su muerte inminente.

En cuanto al tema, se tratan las ya mencionadas cuestiones fundamentales sobre nuestra existencia; pero más concretamente se aborda el tema de la fe en Dios. En numerosas conversaciones entre personajes se atiende al tema de la fe, en creer en algo. Otros ejemplos pueden ser el símbolo de una cruz latina que porta uno de los personajes a modo de collar o algunos símbolos no demasiado explícitos, como el día en el que aterrizan en el nuevo mundo, el día de Navidad; y culminan su camino el año nuevo de 2094. Incluso el propio título hace referencia al tema del filme. Prometheus se traduce al español como Prometeo, y es un personaje de la mitología griega, donde se le relaciona con la creación del hombre. Además, a través de las ya mencionadas pinturas rupestres hacen referencia al origen de la humanidad.

En lo que se refiere a la escritura del guion, hay que destacar algunos recursos que tratan de captar la atención del espectador. Uno de los más relevantes puede ser la cuenta atrás, que hace que tanto los personajes como el narratario tengan una constante tensión que les impida pensar en otra cosa. Otro recurso de interés son las constantes barreras; algunas son obstáculos accidentales que los personajes encuentran en su camino, como, por ejemplo, las condiciones climáticas del nuevo planeta, y otras son contraintenciones, que son los obstáculos que unos personajes se ponen a otros al cruzarse en su camino.

En cuanto a la dirección de fotografía, los colores que podrían definir este largometraje son el naranja y el azul, los cuales son colores complementarios en el círculo cromático. Esto se podría interpretar como la dualidad entre la racionalidad y la fe respectivamente.

Tiene un final abierto, pues se da pie a la interpretación del narratario, o quizás a una secuela.

En conclusión, esta película es interesante desde el punto de vista de la historia, pero es más deficiente desde el punto de vista audiovisual, pues nada la distingue de otras súper producciones.

“Las cosas grandes tienen principios pequeños” Robot David

Sergio Sánchez Pérez