30.11.13

Abre los ojos

"Abre los ojos" es la segunda película del director Alejandro Amenábar, estrenada en 1997, que plantea la historia de César, un joven cuya vida cambia radicalmente tras la desfiguración de su cara a causa de un accidente de tráfico.

      Dieciséis años después de su estreno, puede que Abre los ojos no destaque por actuaciones extraordinarias o técnicas de realización impactantes, pero es su historia, y los temas que con ella se plantean, los que la sostienen como una película interesante. El personaje de César, interpretado por Eduardo Noriega, es sometido a un profundo cambio físico que le provocará una transformación de personalidad, pierde toda la seguridad que tenía en sí mismo y encuentra problemas para desenvolverse  en la sociedad además de interactuar con sus propios amigos. Hay una escena en concreto que me impacta especialmente: se trata de una situación en la que César ofrece todo el dinero que haga falta a los médicos con tal de que le devuelvan su rostro, y ellos tienen que hacerle ver que no hay cirugía posible para su caso. Creo que el personaje protagonista se enfrenta a una situación compleja, al contar con varios elementos que le harían sentirse afortunado (vida económicamente resuelta, amigos, amor, sobrevivir a un accidente mortal, salud), si no fuera por la secuela física que tiene que arrastrar y a la que no puede poner solución.

     La única vía de escape que encontrará César es la criogenización, es decir, la congelación de una persona tras su muerte con la esperanza de que en el futuro la medicina haya avanzado lo suficiente como para curar su problema y poder seguir viviendo. Pero César va más allá de contratar una simple criogenización: tras su resurrección, él quiere vivir la misma vida que tenía tras el accidente. Así, llega a vivir una realidad virtual que le confunde sin saber qué es real y qué es sueño y haciéndole acabar en un centro psicológico-penitenciario donde es preso de su propios recuerdos que le atormentan hasta que escapa de ellos por la puerta que anteriormente había rechazado: la muerte.


     
Tal vez "Abre los ojos" no sea una obra maestra, pero reitero su complejidad debido a los temas que plantea: belleza física, obsesión, inmortalidad...