12.11.11

‘Duel’ (1971, Steven Spielberg)

Este verano de 2011, tuve la oportunidad de ver ‘Duel’ (‘El Diablo Sobre Ruedas’ en España, siempre tan pomposas sus traducciones). Después de verla, me castigué interiormente por no haberlo hecho antes.
Es considerada la primera película de cine del director por excelencia Steven Spielberg, y está basada en un relato corto del guionista estadounidense Richard Matheson.
La película no es más que una persecución por carretera de un camión cisterna sobre el acogedor vehículo rojo, un Plymouth 68, de David Mann, un conductor que viaja por una carretera desértica, dirigiéndose hacia donde sólo sabe él.

David, adelanta a este camión. Y ésta parece ser la única razón, o sinrazón, por la que el camión, oxidado y aparentemente destartalado, quiere tomarse su venganza. La persecución, y el ansia de adelantar de nuevo a David por parte del camionero, parece una simple broma. Pero a medida que avanzan las secuencias, el camión parece querer algo más que gastarle una broma al protagonista. Este ‘Camión’ parece personalizarse, pues en escasos planos, y de forma insustancial vemos al camionero, lo que crea nerviosismo e intranquilidad en el espectador. Spielberg lo sabe bien, y no es casual que lo esconda. Parte del éxito de la película es éste.
Es por ello que esta tontería de historia, es una maravilla del séptimo arte. Spielberg dota a una historia tan sencilla como insulsa, de una tensión que pocos films pueden construir. Al menos en trece días, que es lo que, según dicen, se tardó en rodar la película al sur de California. Con diez días más para el montaje, se estrenó como ‘película de la semana’ para la cadena ABC. Sí, era para la televisión. Pero el éxito que tuvo hizo llevarla al cine. De ahí que éste fuera el debut de Spielberg en el cine.
Hablando de su producción, Spielberg, se dice, gastó únicamente 450.000 dólares en este film. Recordemos que eran los años 70 por supuesto. Pero aún así es un presupuesto ínfimo para la trascendencia que iba a conllevar ‘Duel’.

Pero volviendo a la película, esta rapidez a la hora de crear algo, en apenas unos días, es lo que le da magia al cine. Con poco se hace mucho. Y quitando algunos fallos de raccord, como las constantes variaciones entre líneas continuas y discontinuas en la carretera, que te da para echarte unas risas, y algunas aceleraciones (hechas en montaje) en la persecución, la película engancha al espectador tanto que éste no puede irse del cine, o en este caso, apagar la televisión, el ordenador, o lo que sea, sin terminar esta persecución incansable.
¿Por qué atrapa tanto? Evidentemente, me río yo de mi futuro si le propongo a un productor esta historia. A no ser que tenga la clave de la película, que es la forma en que Spielberg plasma la idea.
Como historia no tiene nada del otro mundo. Pero como película, mucho. Y es que Spielberg, no sólo crea tensión no explicando nada sobre la persecución. Sino que deja al espectador que se desespere pensando un porqué, a la vez que ve cómo pasan las secuencias en una situación de carretera con la que, además, nos sentimos identificados. (¿Quién, aparte de un servidor, no tiene coche hoy en día, eh? ). Nos vemos reflejados en ese personaje atemorizado y tímido, que no sabe qué hacer cuando entra a un bar de carretera a tomarse unas tostadas para intentar que el camión siga su camino. ¿Qué haríamos si vemos que el camión también se para? Probablemente, lo que hace David.

La persecución se sucede en la carretera, con apenas diálogos, y con planos largos, cortos, rápidos, picados, o contrapicados, entre otros, que dotan al camión de un aspecto diabólico y amenazador, y a David, de un hombre indefenso (como por ejemplo la imagen superior). Esto junto con la ignorancia de no saber por qué ese camión ‘nos’ persigue (pues Spielberg ya nos ha atrapado), ni la identidad del perseguidor, hace que la tensión del relato se acentúe exponencialmente con cada plano que vemos. Algo que no es sólo cosa de la narración de un genio, sino, además, de esta planificación que dispone el director estadounidense a lo largo del film.

Respecto al final de la película, algunos expertos dicen que es una de las películas mejor acabadas. Otros que es una película ‘redonda’ desde el principio hasta el desenlace. Personalmente, me hubiera gustado descargar la tensión de la misma manera, pero con otra forma. La astucia del enemigo de la que no nos podemos librar en ningún momento, parece disolverse de repente.

Aún así, este film de suspense, de terror, de aventuras, o como se quiera calificar, es todo un ejemplo de cómo hacer cine. El ritmo que posee la película, es superior a cualquier producción mucho más costosa. Y es que cuando hay pasión por filmar, el dinero no lo es todo.

Sólo queda volver a verla una y otra vez, y no hacer otra cosa que aplaudir.
He aquí la secuencia intro de la película. La secuencia que te engancha para el resto del film:


PD: A principios de 2010, se rumoreaba la posibilidad de un re-make de ‘Duel’. Sí, esto que está muy de moda, y que para los americanos parece una mina de oro recién descubierta.
Bien, pues a Spielberg no le van las tonterías, y parece que esta ‘moda vintage’ de rehacer películas no es del gusto del director. Hace bien.

Jaime Del Campo Ibáñez