DRAMA. Esta es la palabra que
empleo para definir “Secretos del Corazón”, largometraje dirigido por el
navarro Montxo Armendáriz, ganadora de cuatro premios Goya y nominada a mejor
película de habla no inglesa en los Óscar. Lo que más consigue enamorarme de
una película es la repercusión que consigue en mi interior. Y “Secretos del
corazón” me enamora mucho.
Puede que parte de la culpa esté en la relación
tan directa que tengo con el lugar elegido por Armendáriz para el rodaje, pero
no cabe duda de que el pequeño Javi y su pura inocencia despierta una
cercanísima empatía. El espectador que viva intensamente con el protagonista su
curiosidad, sufrirá al descubrir pasito a pasito la realidad familiar en la que
se encuentra. Una de sus tías tiene problemas con la bebida, mientras que la
otra vive en un profundo mundo interior. El que creía asesino habitante de una
casa abandonada resultará ser amante de su tía la alcohólica. Su padre no se
disparó por accidente como su familia le había hecho creer, sino que se suicidó
en una silla de la habitación a la que tiene prohibida la entrada. Además,
desde esa misma silla, no es la voz de su padre la que escucha, sino los
gemidos de la relación secreta que mantiene su madre con su tío. Son demasiadas
vivencias para un niño de tan solo 9 años.
La madre de Javi le cuenta en un momento del film
que los secretos más grandes se guardan en el corazón. La llave de la puerta de
la casa abandonada donde desatan su pasión la tía de Javi y Ricado está cubierta
por una piedra con forma de corazón. Los secretos giran en torno al corazón, ya
sea literal o metafóricamente. De ahí el título “Secretos del corazón”.
En cuanto a otro tipo de aspectos, es importante
señalar el gusto por el equipo de arte por adecuar el decorado a una época
pasada. Podemos verlo tanto en la estética del colegio y de las casas, como en
la estación de autobuses de Pamplona, mucho más envejecida de lo que se
encontraba realmente en 1997. Este trabajo fue reconocido por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España en
los premios Goya, con el galardón a mejor dirección artística. Además, el
vestuario y maquillaje de los actores también juega junto al decorado un papel
crucial para conseguir ese aire de los años 60 que Montxo Armendáriz perseguía.
El realizador de “Secretos del corazón” dijo una
vez en una entrevista que se trata de “una película poética y de sentimientos
que puede competir con las grandes superproducciones de efectos especiales de
Hollywood”. Y nada más lejos de la realidad, pues así lo corroboraron desde Los
Ángeles con la nominación a los premios.
En conclusión, “Secretos del corazón” cuenta el
descubrimiento de un niño de 9 años de los secretos de la madurez, teñidos de
dramatismo.
Me has conmocionado, Montxo. Hasta la próxima.
1 Comentarios:
A mí también me conmueve esta película, a la que considero una de las mejores del cine español. No comparto, sin embargo, lo que dices sobre las tías, que "una tiene problemas con la bebida, mientras que la otra vive en un profundo mundo interior". Luego le llamas a la primera "la alcohólica". María bebe vino mientras cocina, en la cena, canta, quiere vivir, salir de la claustrofobia de las mentalidades enfermizas con las que el franquismo contaminó la España de la posquerra, algunas aún demasiado presentes en nuestras vidas. Rosa no vive en un mundo interior, vive más bien encarcelada en los prejuicios y miedos de una sociedad castrante, precisamente de lo que su hermana huye. Todos en esa familia beben vino festejando la vida, y es un símbolo de alegría que se repite varias veces a lo largo de la película. No me parece un asunto de alcoholismo lo de la tía que quiere ser libre, ni mucho menos...
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