"El doble"; el individuo y la jungla
Verse reconocido como motor, y no como herramienta, es un objetivo diario.
Lo curioso de su relación es que no se vive en un estado de rivalidad, o no se debería concebir así: más bien solo es la ley del más fuerte, bajo el prisma de esa jungla-ciudad que amenaza con devorar a todo aquel que no salga a la calle preparado.
Nada se hace sin motivo, nada se acomete sin razón, no hay lugar para la duda o la falla, todos servimos como carne de cañón.
Así actúan los demás personajes y las cada vez más retorcidas situaciones que se suceden, como si fueran una fantástica jodienda al individuo, a la propia individualidad separada de la masa, el pobre Simon James.
Sobrevivir en la jungla teniendo que ganarme el pan bien, sobrevivir teniendo que ganarme los gestos, de eso nada. Aunque hay un siniestro toma y daca, de aceptación, cada uno en su lugar, antes de que se den cuenta de que ambos tienen el mismo asiento reservado y deben pelear por el sitio.
La historia de un incómodo hombre en no una menos incómoda ciudad que parece cambiar de forma a cada espacio, contando una situación incómoda: el robo de lo que se nos tiene asignado solo por existir.
Por eso oscila violentamente entre la comedia más negra y el terror más visceral, porque no hay situación más ridícula y sin embargo más inquietante que descubrir que, simplemente, no tenemos lugar. Y porque nos gusta pensar que somos bastante únicos.
Etiquetas: Cine, Cine Comedia, Cine de Terror, crítica, Jesse Eisenberg, Mia Wasikowska, Richard Ayoade, The Double
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