17.11.24

Alvin y las Ardillas

"ALVIN Y LAS ARDILLAS" (2007): El trabajo infantil en la industria musical.

En el año 2007 se estrenó la película norteamericana “Alvin y las ardillas”, una película de comedia dirigida por Tim Hill. Esta cuenta la historia de tres ardillas parlantes llamadas Alvin, Simon y Teodoro que resultan poseer una sensibilidad especial para la música, y de cómo Dave —un compositor frustrado y solitario de Los Ángeles— acaba adoptándolas accidentalmente. A pesar de lo difícil que es la convivencia entre ellos, el músico se ve inspirado por el talento de las ardillas y les ofrece un hogar a cambio de interpretar las canciones que él compone.



Portada "Alvin y las ardillas" (2007)
Portada. "Alvin y las Ardillas" (2007) en España. 


Pero lo que comienza siendo un trato justo para Dave y la posible salvación de su trabajo, se complica cuando Ian —jefe de su empresa y manager de las estrellas— descubre la existencia de las ardillas y del producto nuevo, diferente y rentable que pueden suponer para él. Por lo tanto, no tarda en presentarles un contrato discográfico y en hacerlas internacionalmente famosas. 


La carrera de Alvin, Simon y Teodoro despega de la noche a la mañana y, en un principio, adoran su nuevo estilo de vida, pues además de amar la música y cantar juntos, se ven expuestos a un mundo previamente desconocido para ellos en el que pueden conseguir todo lo que se antojen y hacer todo lo que quieran sin recibir consecuencias negativas. Mientras Dave les ponía restricciones —lo que chocaba con su naturaleza inquieta y traviesa—, Ian solo se preocupaba por el dinero. Es decir, no se dedicaba a educarlas, pues solo quería hacer negocio a partir de ellas: mientras siguiesen haciendo lo que él necesitaba (dar conciertos, grabar álbumes y hacer promoción constante), el resto del tiempo no estaban obligadas a seguir ninguna norma de comportamiento. 



Fotograma. "Ian hablando con Alvin".


A primera vista, y teniendo la mentalidad de tres niños preadolescentes, la opción de ajustarse a las directrices de Ian parecía más atractiva y fácil, pero a largo plazo resultó ser una situación insostenible. Al fin y al cabo, estaban viviendo como niños eternos que trabajaban como adultos, siendo explotados su tiempo, imagen e infancia. Vivían una falsa ilusión de libertad, pues no eran realmente dueños de su vida. Ian se lucraba a costa de su bienestar aprovechándose de que eran jóvenes e inmaduros, sabiendo que si seguía manteniéndolos ajenos a toda prohibición, no tendrían ninguna razón por la que rebelarse contra él. 


En escenas como la de la mañana de Navidad vemos este contraste de manera clara, pues comienza con Dave regalándoles bonos de ahorro. A las ardillas no les gusta el regalo, pues no es lo típico que le hace ilusión recibir a un niño el 25 de diciembre, pero denota cómo Dave ha asumido ser una figura paterna que se preocupa por ellos. Y aunque sigue sin ser un regalo muy adecuado que regalarle a tres ardillas jóvenes, la intención con la que se hizo era buena. 


Por otro lado y en medio de la decepción de este primer regalo, llega Ian por sorpresa con una gran cantidad de juguetes. Esto sí que se ajusta más a lo que las ardillas querían, pero las intenciones del manager eran de todo menos puras, pues quería llevarse a los chicos hacia su terreno: mantenerlos felices para que, por un lado, lo prefiriesen a él antes que a Dave, y por otro, hicieran lo que él quisiese. 



Fotograma. "Teodoro, Alvin y Simon en la mañana de Navidad".


Desde el punto de vista de Dave, a pesar de que había sido capaz de salir a flote profesionalmente, su forma de ser le impedía disfrutar del éxito, pues se preocupaba genuinamente por las ardillas más allá del dinero que le estaban haciendo ganar, y no quería seguir permitiendo que fuesen utilizadas de esa manera. 


Otro punto de inflexión es la escena del café, en la que vemos cómo Alvin, Simon y Teodoro están en el estudio intentando grabar su próximo álbum, pero el cansancio acumulado que tienen por haber llevado un ritmo desenfrenado de trabajo les impide mantenerse despiertos. Ante este problema, Ian les ofrece una bebida con café a cada uno para que pudiesen continuar con su productividad. Este es el momento en el que las ardillas comienzan a darse cuenta de que a Ian no le importa su salud o comodidad, sino lo que puede obtener de ellas. Es un punto de inflexión porque, desde el punto de vista de los chicos, a Ian se le cae la “careta” y comienzan a ver todo lo que no les gusta. 



Fotograma. "Escena del Café".

Las ardillas están cada vez más incómodas con la situación que están viviendo, pero se les hace difícil salir de ahí porque, por un lado, se han distanciado de Dave y, por otro, cuanto más se oponen a lo que quiere Ian, más controlador es Ian con ellas. De hecho, el punto álgido de este control se da cuando les fuerza a ir a un concierto encerrándolas en una jaula, tratándolas como mascotas y no como seres con autonomía y sentimientos.



Fotograma. "Propiedad de Jett Records".

Aunque esta película está realizada en tono de comedia absurda para niños, y no pretendía establecer una crítica a la industria musical más allá de la parodia superficial, puede ser tomada como una metáfora de una parte muy específica de la industria musical norteamericana, pues la figura de Ian y su relación con las ardillas recuerda a la situación que sufrieron NSYNC y los Backstreet Boys (dos de las boybands más conocidas de los años 90) con Lou Pearlman, quien decía ejercer de su manager pero resultó ser un estafador que se quedó con todo el dinero que los artistas recaudaron durante años de carrera. 



Lou Pearlman con los Backstreet Boys.

Lou Pearlman fue desenmascarado y denunciado por fraude un año antes de la producción de esta película, debiendo más de 300 millones de dólares. Y aunque se desconoce que la figura de Ian y este caso tengan una relación directa, sí que es destacable la cercanía en tiempo de este caso con el estreno del filme, pues demuestra que este tema de la explotación y estafa de artistas en la industria musical estaba a la orden del día durante esa época y más anclado a la realidad de lo que puede parecer a simple vista. 



Lou Pearlman con NSYNC.

Ian es la caricatura de un villano del mundo real, y las ardillas funcionan como la representación de todos los niños de Hollywood que, a lo largo de la historia, han sido explotados y utilizados para que adultos se lucren a cosa de su salud física y mental. Carreras como las de Justin Bieber, Drew Barrymore, Judy Garland… o las estrellas infantiles que en las décadas de 2000 y 2010 surgieron a la fama con Disney Channel o Nickelodeon. 



Judy Garland, Drew Barrymore y Amanda Bynes.


Casi sin quererlo, "Alvin y las Ardillas" (2007) resulta una reivindicación contra todos aquellos magnates de la industria del entretenimiento que tratan a los niños como “monos de feria” o, mejor dicho, ardillas de feria”. 

26.1.24

Saltburn

SALTBURN (2023)

La cineasta británica Emerald Fennell vuelve a captar la atención de manera innegable con esta segunda obra, seguida del éxito totalmente merecido de "Promising Young Woman" (2020). 

Saltburn es una película dirigida por Emerald Fennell y protagonizada por el emergente actor irlandés Barry Keoghan y el conocido actor australiano Jacob Elordi. Fue estrenada el 17 de noviembre en Reino Unido y Estados Unidos pero no ha sido hasta el 22 de diciembre cuando hemos podido verla en España a través de la plataforma de Amazon Prime. Una película que, como antes de llegar a la plataforma, destacaba por su gran dirección de arte con críticas positivas y giros argumentales impactantes, me llama la atención que no haya sido exhibida en las salas de cine.

Es una obra surrealista, retorcida y con una gran fascinación morbosa. Pues, en mi opinión, el sentimiento que más predomina a lo largo del film es la sensación de atracción hacia algo inusual o impactante, a pesar de ser conscientes de su perturbadora naturaleza. 

La trama comienza como una crítica o retrato de la diferencia de clases sociales en la Universidad de Oxford, mostrándonos la historia de Oliver Quick (Emerald Fennell), un estudiante becado. Inicialmente, Oliver es tímido y poco popular en el campus, llevando una vida tranquila, corriente y monótona en sus primeros días, sin apenas amistades. 

Sin embargo, todo esto cambiará al conocer de forma “espontánea” a Felix Catton, (Jacob Elordi), un popular y adinerado estudiante que tras hacerse íntimo amigo de Oliver le invita a fiestas y a su círculo cercano de amistades. Incluso más adelante vemos cómo esa amistad evoluciona en lo que a veces puede parecer un posible romance. Felix invitará a Oliver a su inmensa y ostentosa casa en verano, donde transcurrirá casi todo el resto de la trama. 

Desde el principio la película tiene una asombrosa puesta en escena minuciosa y con una estética cautivadora que atrapa al espectador de inmediato por sus colores y su perfecta composición. Incluso a raíz de la llegada a la mansión de la familia de Felix sigue siendo aún más perfecta, con una atmósfera de lo más extravagante y pretenciosa. Esta extravagancia encaja a la perfección con la personalidad de la familia rica de Félix. Unos comportamientos un tanto fríos, absurdos y fuera de lo corriente, incluso complejos de empatizar, y en mi opinión toda esa frialdad, locura y absurdo se consigue captar en la puesta en escena en cada plano. 

Por ello, la fotografía y dirección de arte es sin duda el mejor punto de toda la película, eso no tiene lugar a debate, o sí. Pues, sorprendentemente, no ha sido nominada a los Oscars, ni siquiera por mejor dirección de fotografía. 

Pero independientemente a los premios, la directora, junto con Linus Sandgrennos, director de fotografía de grandes películas cómo “La La Land” o “Babylon”, ofrecen una excelente puesta en escena. Todo un conjunto de factores que hacen que este film destaque durante sus 2 horas por su acertada iluminación, unos planos brillantes y unos fascinantes colores, que pueden recordar a una estética más antigua o incluso de películas de los 2000.

Planos llenos de metáforas que juegan con espejos, reflejos del agua, sombras, etc. Está claro que esta cuidada estética visual nos mete de lleno en la película, sintiendo esa extravagancia de la clase alta que la directora critica en el filme. Ya que, a lo largo de la película, sobre todo en las escenas de la fiesta final, podemos sentir esas sensaciones de estar viendo algo completamente ficticio, aunque lo que suceda sea real. Como si quisiera transmitir una especie de lejanía entre la historia y los espectadores para reflejar una mezcla entre ficción y, al mismo tiempo, hacer replantearnos si en realidad es una exageración tan inmensa como aparenta o en algunos aspectos se puede relacionar con nuestro mundo actual. 

A mí lo que más me fascina de esta película es la intensidad visual y sensorial que transmite. Hay escenas que te ponen los pelos de punta y necesitas pararte a pensar qué es lo que acaba de pasar. Es una especie de constante absurdo, aunque luego al final cobre algo más de sentido. Pero sobre todo, que en algunas ocasiones los giros de guion son realmente impactantes, aunque no sean tan drásticos, en gran parte por cómo van revelando al espectador características del personaje de Oliver muy perturbadoras. Un ejemplo de una de las escenas que más se quedó en mi cabeza fue la de después de la muerte de Felix, cuando muestran las reacciones de los personajes en la mesa comiendo. 

En esta imagen podemos recordar qué momento es. Sobre todo la parte donde la iluminación de la escena se convierte en roja por completo, ese contraste de luz me parece que refleja a la perfección una sensación de asfixia y de shock en los personajes, junto a una mezcla de ansiedad en el espectador al ver que estos no reaccionan de una forma “normal”. Es como si la escena necesitara a gritos el color rojo para terminar de reflejar por completo esa reacción totalmente incoherente con la noticia de la muerte de su familiar. Además, las actuaciones son completamente asombrosas, sobre todo la de Richard E. Grant. Su actuación en esa escena transmitió tanta insensatez, frialdad y dolor que me fascinó. Y la actuación en ese momento de Archie Madekwe tampoco se queda atrás, fue totalmente visceral e intensa. 

La impresión final que obtengo de la película es la transmisión de un posible mensaje sobre el instinto primario del ser humano de no cuestionar lo que está moralmente aceptado o rechazado. A través de los personajes, la historia destaca la forma en la que actúan y expresan sus pensamientos sin considerar las consecuencias. La película incita a reflexionar sobre la idea de seguir impulsos individuales en lugar de adherirse a normas sociales preestablecidas, desafiando la percepción convencional de lo que es aceptable o incómodo. La provocación consciente de incomodar al espectador en muchas escenas, la mayoría sexuales, sirve como herramienta para provocar la reflexión sobre si estas se salen tanto de lo normativo como a simple vista creemos o realmente lo vemos así por las ideas que nos mete en la cabeza la sociedad. 

Además, me parece interesante cómo me ha recordado a la famosa película “La naranja mecánica", en el sentido de que esta hace una reflexión sobre el espacio para la libertad humana en un mundo donde el sujeto debe elegir entre el bien y el mal, sin que quepan condicionamientos externos. En la película de Kubrick ese personaje algo loco es mostrado como un sujeto que muestra despreocupación por lo que entendemos como el bien y el mal. Y a mi parecer Oliver también se podría parecer en eso. Él se cuestiona lo que está bien y mal, independientemente de los condicionantes externos de la sociedad. Él parece que trata un poco de justificar su comportamiento con que él quiere vivir a su modo, sin reglas ni normas de que es lo malo y bueno. Él se siente libre de decidir y hacer las cosas sin plantearse lo que la sociedad nos ha impuesto como normal o no. Por supuesto, esto se lo plantea un personaje de un mundo diegético totalmente absurdo, que no tiene cabida en nuestra sociedad, pues realmente es un psicópata que cree que lo que hace lo puede justificar por su propia gratificación y por su forma de tomarse la justicia por su mano. 

21.11.23

Aftersun

 
Aftersun es la película debut de la directora y guionista Charlotte Wells estrenada en el año 2022. En ella la directora plasma la relación de un padre (Calum) y su hija (Sophie) en la última ocasión en la que pasan tiempo juntos antes de que Calum desaparezca para siempre de la vida de su hija. 

La película nos lleva a través de los recuerdos de Sophie mostrando cómo, desde la inocencia de la niñez, vivió una realidad diferente a la de su padre ese último verano juntos. En la película se hace uso de una cámara de vídeo como metáfora de los recuerdos, para mostrar cómo transformamos nuestros recuerdos y/o cómo estos se vuelven borrosos con el tiempo y no reflejando siempre la realidad. Para ello, nos enseña en ocasiones las dos realidades paralelas: lo que ve Sophie y la realidad de Calum, aquello que se graba y lo que no.  De esta forma  materializa el olvido y el desdibujo de la realidad a través de los cortes de la cámara de Calum. De esta forma expone el funcionamiento de la memoria, cómo los recuerdos van y vienen, algunos sin tener propósitos aparentes.

Por otra parte, crea escenarios paralelos como la discoteca que representa el pozo oscuro en el que se encuentra el protagonista y cómo según avanza la película, se encuentra más cómodo en ese espacio siendo incapaz de salir y mostrando cómo se entrega a esa "realidad" al final de la película en el aeropuerto. También es un lugar donde Sophie acude al final para intentar enfrentarse a sus traumas. Así puede verse en la escena final de la película cómo Sophie en este escenario pasa de ser espectadora a interactuar con él y con el recuerdo de su padre, descargando la rabia que siente por él, que baila ajeno a todo en la discoteca, y a su vez el dolor que siente porque lo echa de menos.

Toda la historia transcurre en un resort de vacaciones, que asemeja una realidad paralela a la vida real del día a día creando el ambiente onírico e irreal de los recuerdos. Este ambiente de ensueño lo construye a través de una fotografía muy íntima con planos del cielo, el agua, reflejo y primeros planos lentos llenos de calma, que contrastan con las escenas de la discoteca llenas de movimientos, planos cortos y flashazos de luz. La duración de cada uno dota a los planos de una significativa carga emocional que le atribuyen un significado final especial a cada imagen. Por ejemplo, merece destacar al final de la película la exactitud de la duración del plano de la última fotografía que se toman Calum y Sophie, el "último" recuerdo. Durante la película podemos observar cómo a Calum se le asignan los colores más fríos mientras que a la pequeña Sophie la relacionan con colores vivos que reflejan la vida y la energía que esta tiene, a diferencia de su padre.

       

Otro de los elementos a destacar en esta película es el uso del silencio y todo lo que se dice y muestra en él, sobre todo en cuanto al personaje de Calum, cuando calla ante ciertas preguntas que le hace su hija y que recuerdan su dolor. Por el contrario, también cabe destacar la perfección de la banda sonora, destacando entre ella el tema One Without que capta en su máxima expresión el aura melancólica y confusa de la película y de los propios protagonistas (de Calum en las vacaciones y de Sophie en el presente siendo ya adulta). Otro tema a destacar es el uso de Under Pressure de la banda Queen junto a David Bowie para la escena final en la discoteca cuando Sophie, ya adulta, se encuentra en ese escenario irreal con su padre bailando y lo abraza mientras suena “This is our last dance, this is ourselves under pressure” ("Este es nuestro último baile, esto somos nosotros bajo presión").

 

Esta es una película que en principio puede parecer que carece de sentido, una película que se toma su tiempo, para de esta forma representar la profundidad y la verdad de las relaciones y los sentimientos del ser humano. Se trata de una pieza que toca el corazón porque habla de la vida: del amor y el dolor, y cómo coexisten incluso en el ámbito familiar. Muestra los traumas que pueden causar aquellas personas que más quieres y cómo estos te condicionan de por vida, cómo vivir la vida con la ausencia, el “miedo” a convertirnos en nuestros padres y cometer los mismos errores y cómo a su vez, al crecer o al convertirnos en padres, nos acercamos más a comprenderlos, a humanizarlos y al perdón.








10.11.23

Saben aquell

Saben aquell que diu. 

Érase una vez un cómico obligado a serlo, un artista al que le daban ataques de pánico antes de subirse al escenario, un padre blando, un marido desastre y un ser humano intratable. Todo esto lo encarna a la perfección el actor David Verdaguer (“Los días que vendrán”, “Lo dejo cuando quiera”)  en hasta ahora, la mejor interpretación de su carrera.


También le acompaña la actriz Carolina Yuste, sabiendo leer estupendamente el papel que estaba desempeñando y jugando equilibradamente con él.



Saben aquell es una película sobre la vida del humorista de bar Eugenio, pero no es solo eso. Es, además, una visión sobre los años 60 en España, una historia que aúna diversión y humor con emotividad y tragedia, y que profundiza sobre diversos temas como el éxito, la ausencia de éxito, la muerte, el amor y lo que implica ser artista por encima de todo.

Ahora bien, si alguien tuviera que llevarse el premio de los premios es su director David Trueba, por la manera fabulosa de contar esta historia y el respeto mostrado en todo momento hacia el espectador. Consigue plano tras plano una gran riqueza narrativa, cine en estado puro.




Si vas a ver la película empezarás soltando una sonrisa con los chistes de Eugenio y terminarás con los ojos llorosos, el vello de punta y un ligero cosquilleo en el cuerpo.


Eso es lo que sentí el otro día al ver la película Saben aquell en el cine y la verdad es que lo agradezco.


9.11.20

Eyes Wide Shut

Stanley Kubrick es un director que no necesita presentación. Autor de algunas de las películas más famosas de la historia del cine, como pueden ser 2001: A Space Odyssey, A Clockwork Orange o The Shining. 

Es lógico que, teniendo obras tan grandes en su filmografía, a veces algunas personas olviden las demás, siendo algunas de ellas enormes películas. En este caso, hablaré de la última; su último regalo al cine: Eyes Wide Shut. Kubrick acostumbra a sacar a relucir en sus películas las peores cualidades del ser humano, y esta no es una excepción.

Comienza la película, y tras los títulos de crédito, la primera imagen que vemos es a Alice (una bellísima y sensual Nicole Kidman) desvistiéndose frente al espejo. Esta imagen es interrumpida por el título de la película, y a continuación, vemos a su marido William (un elegante Tom Cruise) en esa misma habitación en la que vimos tanta sensualidad, preparándose para salir. Le seguimos, y va al baño a mirarse al espejo, donde se encuentra Alice orinando. Él ni la mira, y ella pregunta "¿Cómo estoy?" A lo que él responde: "perfecta".

Este inicio define toda relación duradera. Esa cámara que invade la privacidad de Alice desnudándose, es la mirada de su esposo al inicio de la relación: una mirada de absoluto deseo. Un deseo que, poco a poco, va disminuyéndose casi sin que William se dé cuenta, a causa de la rutina y el aburrimiento, acabando en un falso piropo por compromiso, a una mujer que antaño deseaba con todas sus fuerzas.

Salen juntos a una fiesta, y eventualmente se separan. Cada uno por su lado, ambos son tentados por otras personas, y ambos entran en el juego de sus pretendientes, aunque ninguno acaba cediendo. Esa noche, los dos fueron por el camino de la infidelidad, aunque no llegasen al destino. 

La noche siguiente, hablan de ello. Alice se muestra preocupada por el suceso, pero William no. William argumenta que confía en ella y ni se plantea que pueda ser adúltera, y que él jamás lo haría porque la quiere. Estas palabras hieren a Alice, porque lo que en realidad está diciendo es que él desea a otras mujeres, pero su amor por ella le contiene. Esto lleva a confesarle que, en una ocasión, estuvo a punto de serle infiel con un marinero.

Esta imagen, una imagen que nunca ha ocurrido, se convierte en el martirio de William. Al principio no entiende por qué le duele tanto, al fin y al cabo es una situación que jamás ocurrió. Pero esa noche aprenderá que lo doloroso de la infidelidad no es ser infiel, sino que, en cualquier momento, el amor, por grande que sea, no podrá contener el deseo.

Y esa es la gran metáfora de Eyes Wide Shut. La fiesta de gente enmascarada representa lo que reprime el ser humano: sus necesidades más primarias. Gente anónima, que se entrega a personas cuya identidad jamás conocerán. Es probable que William durante su estancia en la fiesta se pregunte cuántas esposas y esposos habrá ahí. En cada rostro enmascarado él ve a su querida Alice.

La película nos cuenta, que aunque todos odiamos la infidelidad, todos somos un poco infieles. Aunque no lleguemos a ponerlos en práctica, todos tenemos deseos por otras personas que no son nuestra pareja. Esta realidad choca con nuestra definición de "amor", de manera que la escondemos, creando una fachada, una máscara.

A lo largo de la película, podemos ver muchísimos árboles de navidad. Creo que vienen a representar esa fachada de la que hablo. Un icono que representa la calidez del hogar, con luces preciosas y colores muy brillantes que, sin embargo, es de plástico. Y que guardaremos en el trastero en cuanto nos deje de ser útil. Si no me equivoco, en el único lugar que no vemos esas luces navideñas tan brillantes, es en la fiesta de las máscaras. El único lugar en el que las personas se muestran tal y como son; donde muestran su verdadero rostro.

Al final, William le confiesa todo a Alice. La última frase de la película es:

-"Hay algo muy importante que debemos hacer lo antes posible: follar." 

Es decir, que una vez han descubierto esa realidad sobre ellos mismos y sobre su matrimonio, solo les queda una opción para salvarlo: tratar de obviar la verdad. Seguir como hasta ahora, creyendo que solo se desearan entre ellos. Y minimizar el deseo por otros follando todo lo posible.

Es muy significativo que esta última conversación suceda en la tienda navideña, donde se encuentran las luces más brillantes y los decorados más falsos de la película. La mentira se sobrepone a la verdad. La única esperanza de su matrimonio es volver a ponerse la venda, y continuar con los ojos bien cerrados


15.12.19

The Beauty Inside


The beauty inside (La belleza interior), así se titula la película que en más de una ocasión  me habían recomendado, pero que, aún así, me negaba a ver hasta hace poco. Esto es debido a que los espectadores, aunque amantes del cine, podemos llegar a cometer el error, de como se dice comúnmente, juzgar un libro por su portada, ya que es cierto que lo que este título trasmite es que se trate de un añadido más a la colección de películas  que concluyen con que las apariencias no son importantes y que la verdadera belleza reside en el interior, y así puede ser, pero erróneo sería prescindir de esta película o cualquier otra solo por el mero hecho de creer saber de antemano el mensaje que pueda transmitir y dar por hecho que ya sabemos lo que nos puede ofrecer. Así que tras darle una oportunidad, pude disfrutar de una original historia que se presenta de forma realmente  interesante, puesto que el rol del protagonista de este filme es interpretado por un elevado número de actores, algo verdaderamente destacable. Dicho esto daré paso a exponer la trama de esta peculiar historia.
La película del director Baek Jong-Yeol basada en el libro “Cada día” de David Levithan  y de la cual se espera un remake estadounidense, narra la historia de Woo Jin,  un diseñador y fabricante de muebles que vive con una extraña condición, despertase cada día en un cuerpo diferente como bien explica en los primeros minutos de la película: “Hombre, mujer, anciano, niño, y a veces, un extranjero. Cada mañana me despierto con una cara diferente. Mi visión y  voz varían y tengo que ajustarme a eso cada mañana”. Con esto se expone lo que parece ser el principal conflicto de la trama, ya que como es de esperar,  esto le acarrea todo tipo de dificultades. Sin embargo, con el paso del tiempo, Woo Jin consigue acostumbrase a esta condición con la ayuda de su madre y su único amigo Sang Baek y sigue su vida intentado hacer lo que todos los demás. 
Pero el verdadero conflicto llega cuando aparece Yi Soo, una amable dependienta de una tienda de muebles, de la cual se enamora. A partir de este momento, Woo Jin se da cuenta de las verdaderas dificultades que lleva consigo su condición, no solo por la dificultad de conseguir ser correspondido, si no por la complicada tarea  de lograr proteger una relación sentimental.
Esta película es un drama de fantasía y romance, con un toque de humor que permite a los personajes respirar y convivir con sus conflictos interiores más fácilmente, caracterizada por ser cálida en todos los aspectos.
La historia se presenta de forma lenta, con un ritmo pausado pero conciso y con una banda sonora de las mismas características que lo acompaña a la perfección. 
En cuanto a la fotografía, la película se caracterizada por poseer una luz cálida  en casi todo momento, desde los reflejos del sol que se postran sobre los personajes en los amaneceres, hasta los rayos de luz provenientes de lámparas que los iluminan durante la noche; todo ello acompañado por una tonalidad de colores oscuros pero armoniosos, destacando el marrón de la madera que compone la mayoría de las escenas de la película.



En la película abundan los planos cerrados y  primeros planos que detallan las expresiones y sentimientos  de los personajes, especialmente el personaje de Yi Soo, con el cual se consigue crear un acercamiento y comprensión del mismo, mostrando en detalle las expresiones de sus sentimientos. Quizás este personaje sea el que más calidez le otorga a la película y quizás también con el cual mas se sufre. Si bien es Woo Jin el que vive su vida bajo esa condición, Yi Soo es la que debe lidiar con el peso de ofrecerle su total comprensión a la vez que asumir ser juzgada por los que la rodean .

Han Hyo Joo  hace una magnífica interpretación de una Yi Soo caracterizada por una conmovedora sonrisa que  mantiene con perfecta sutileza, tanto en los momentos felices junto a Woo Jin, como los momentos de más confusión, pero, a que pesar de ello, logra expresar cómo se siente realmente en cada situación gracias a la expresión de su mirada.



Lo mismo sucede con  Woo Jin, se nos muestran con detalle las expresiones, los gestos, las miradas que realizan los distintos intérpretes que caracterizan al personaje. 
Y aunque en ocasiones podamos sentir cierta confusión, ya que a este dan vida un importante número de actores y actrices de los cuales algunos, por factores como el género o la edad puedan desentonar con el personaje, lo cierto es que en la mayoría de ellos podemos ver a Woo Jin  identificado únicamente a través de su  personalidad. Esto último le añade sumo interés a la película, pues es impresionante poder darse cuenta del poder  de las expresiones, los gestos, las miradas, las palabras, es decir, de la presencia interior.
Para finalizar, me gustaría resaltar la idea mencionada al principio del texto, y es que The beauty inside refleja a su manera las dificultades por las que pasan todas aquellas personas ante la  incomprensión de los demás, pero que llama a mantener ese rayo de esperanza que en ocasiones ilumina cuando menos lo esperamos.

5.12.19

Billy Elliot



Billy Elliot es una película británica de género dramático, dirigida por Stephen Daldry y estrenada en el año 2000. Fue nominada a 3 premios Óscar y ganadora de 48 premios, por lo que podemos asegurar que estamos ante una exitosa película.













Nos cuenta la historia de un niño apasionado que su único y principal deseo es aprender danza clásica, siempre acompañado de su profesora. Esto no va a ser fácil para él, ya que numerosos obstáculos sociales se le ponen por delante y trata de superarlos.

La película está protagonizada por Jamie Bell, un actor con más de una faceta: también es bailarín. Jamie creció con esta película, pues fue el detonante para darse a conocer y que le surgieran más oportunidades como actor. Además, ganó el premio BAFTA al mejor actor por dicha película. A día de hoy, lleva un largo recorrido cinematográfico. 
Billy pertenece al Condado de Durham (comunidad minera del Reino Unido), un lugar donde las huelgas y enfrentamientos son constantes. 
El contexto en el que se sitúa está película es alrededor de los años 80, una época donde la tolerancia y la libertad sexual no está del todo normalizada, y menos en un poblado de poquísimos habitantes, por lo que se pierde intimidad al conocerse todos con todos, y es ahí donde empiezan a implantar las etiquetas sociales a las personas que se salen de la norma.
Pues, Billy no ha tenido una vida muy tranquila durante los 11 últimos años, ya que la pérdida de su madre le ha marcado un antes y un después. Además, también tiene que cuidar de su abuela que cuenta con la enfermedad del alzheimer.
Un día cualquiera, pasa de entrenar boxeo en el gimnasio, a querer dedicarse al ballet. Billy posee de muchas ganas y fuerzas para conseguirlo, aunque su familia se oponga rotundamente a esta decisión. Afortunadamente, cuenta con el apoyo de su mejor amigo: Michael. Contará con una profesora que estará dispuesta a ayudarle y enseñarle: la señora Wilkinson. 
Y es a partir de este momento, que los prejuicios de la sociedad aparecen, obligando a Billy a paliar contra los estereotipos marcados por mentes cerradas de un pueblo minero y de toda una sociedad.


De acuerdo con el personaje principal y a modo de análisis cabe decir que Billy es un niño que únicamente busca su propia libertad. Por desgracia, tiene que enfrentarse a los prejuicios y normas establecidas por una sociedad que piensa que el ballet es solo de chicas.

La suerte que tiene Billy es que en ningún momento ha dejado de intentar conseguir su sueño únicamente porque otras personas no estén de acuerdo con ello, pues, cuenta con una marcada personalidad, aunque le cuesta manejar la presión social. Aún así, siempre se ha dejado llevar y se ha arriesgado sabiendo lo que esto conllevaría.

Al final, se acaba imponiendo y consigue tanto el éxito personal, como profesional. Billy Elliot se convierte en una figura influyente lanzando el mensaje de que con constancia, dedicación y mucha lucha, finalmente acabas creyendo en ti mismo y sobre todo, siendo tú mismo. Esa es la clave del éxito.

Como conclusión, Billy alude al logro de la perseverancia y dedicación, desde lo real, sin incluir personajes ideales, sino totalmente humanos y verosímiles. En definitiva, es una situación real que muchas personas viven hoy en día y que tratan de luchar contra toda dificultad.


En cuanto al lenguaje cinematográfico de la película, cabe destacar algunos aspectos importantes.

En un primer lugar, todas las imágenes que se muestran en el film, tienen un significado y además toda la historia va transcurriendo mediante cierto estilo musical. Tanto las imágenes como las canciones que se muestran, siempre nos quieren decir algo, lo que hace que la película tenga gran carga emocional. Un ejemplo muy claro sería en el momento que la profesora de Billy le cuenta la historia del "Lago de los cisnes", pues la canción que suena de fondo refleja un momento de la vida  dela señora Wilkinson, en el que eligió mal al casarse con su marido: "Solo es un cuento de fantasmas" afirmó al final, refiriéndose a los fantasmas del pasado.

Por otra parte, un recurso narrativo muy habitual en "Billy Elliot" es la utilización de la elipsis, es decir, suprimir ciertos tiempos que van ligados al discurso fílmico. Por ejemplo, esto ocurre cuando la señora Wilkinson le corrige en la clase de danza, finaliza la clase y pide a su hija que cobre a los clientes. De repente, vemos a Billy ya vestido con su ropa de calle, andando hacia su casa. Por tanto, se ha suprimido la escena de Billy cambiándose y saliendo de la escuela de danza.

En referencia a los planos utilizados, suelen ser bastante cuidados, trabajados, implacables y con una composición bastante alineada, basándose en una línea horizontal que se encuentra al final. Además, encontramos multitud de planos generales con gran carga emocional:

La siguiente fotografía es extraída de la película. Son Billy y su profesora en el gimnasio, la luz natural en un segundo término, dejando que ambos estén a contraluz y creando una increíble atmósfera llena de intimidad.


Aquí también podemos apreciar la importancia que tienen los planos generales en esta película, con un horizonte bien claro al final, tanto el espacio con líneas rectas, como las niñas de detrás agrupadas también de una forma alineada, al igual que Billy y la profesora.


Otro recurso fotográfico es el aire que dejan en los planos, dejando el espacio de alrededor completamente vacío, pero a su vez, teniendo gran carga emocional y dándole un toque muy peculiar y especial.

Este es un ejemplo, a penas se ve a los personajes, y de esta forma, lo que más destaca es el cielo nublado.

Por otro lado, los planos picados, es decir, realizados desde arriba del todo, son muy frecuentes. Normalmente los planos cenitales o picados, tienen un significado y es que, reflejan inferioridad en la persona que estamos enfocando. Sin embargo, los contrapicados o hechos desde abajo, muestran la superioridad del personaje.

En esta fotografía, vemos a Billy subiendo las escaleras, mostrándonoslo bastante inseguro, ya que en ese momento se estaba dirigiendo a una prueba de danza del Royal Ballet.


También son muy usuales en la película las paredes, y siempre con gran significado. Por ejemplo, una pared desgastada nos va a mostrar un momento de cansancio mental de Billy, u otro sentimiento negativo. En cambio, una pared más colorida, intensa, luminosa, va a reflejar todo lo contrario: Billy con una actitud positiva.


Al contrario:

De acuerdo con el ritmo de la película, es bastante dinámico ya que está todo el tiempo dirigido por el movimiento corporal que trae la danza. Billy, no se expresa mediante el lenguaje, sino con su cuerpo y movimiento. Por lo que el protagonista no posee una gran riqueza en el lenguaje ni tiene mucho discurso, todos sus sentimientos (felicidad, tristeza, rabia, ansia) lo expresa mediante la danza. Por ello, cuando los obstáculos se le anteponen en su vida, él se rebela bailando y de hecho, así lo expresa a su familia, sin palabras y bailando.
En este enlace podemos ver el momento en el que Billy le muestra a su padre su pasión hacia la danza.
https://www.youtube.com/watch?v=R5DTkZazSaw

Como conclusión, "Billy Elliot" es una película digna de ver, que muestra un gran aprendizaje para todos los públicos, pues enseña a luchar contra los prejuicios y estereotipos que existen en una sociedad como la de hoy en día. Aunque la película esté contextualizada en los años 80, no significa que este hecho ocurriese únicamente en aquella época. Error. En pleno 2019 y siglo XXI estas cosas siguen pasando, y por ello la película intenta enseñarnos que tenemos que ser nosotros mismos, con una autoestima positiva, superar dificultades, y resistir. El género no importa, y por ello "Billy Elliot" cuestiona una sociedad patriarcal o masculina, donde se segregan a las hombres y a las mujeres con símbolos que caracterizan a cada uno, es decir, roles definidos entre los diferentes sexos. Por ello, la historia está narrada con mucha sensibilidad y aludiendo siempre a la constancia, dedicación y perseverancia.